7 Tips prácticos para conseguir ahorro en energía y eficiencia en tu hogar, conoce que sistemas y electrodomésticos pueden ayudarte a ahorrar y cuidar el planeta.
- 1. Aprovecha la luz natural:
- Abre cortinas y persianas durante el día para aprovechar al máximo la luz del sol. Esto reducirá la necesidad de encender luces eléctricas, especialmente en áreas comunes como la sala de estar.
- 2. Usa bombillas LED: Reemplaza las bombillas incandescentes por luces LED, que consumen menos energía y tienen una vida útil más larga. Por ejemplo, cambiar todas las bombillas de una casa por unas similares a las de esta comparativa puede reducir significativamente el consumo eléctrico y ahorrar dinero a largo plazo.
- 3. Apaga los electrodomésticos: Desconecta los electrodomésticos cuando no estén en uso, ya que muchos siguen consumiendo energía aunque estén apagados. Por ejemplo, desconectar el cargador del teléfono móvil cuando no se esté utilizando puede ahorrar energía a lo largo del mes. En este articulo te lo explicamos
- 4. Mantén los electrodomésticos limpios y en buen estado: Limpia regularmente el polvo detrás de la nevera y asegúrate de que los filtros del aire acondicionado estén limpios. Un mantenimiento adecuado garantiza que los electrodomésticos funcionen de manera eficiente y consuman menos energía.
- 5. Ajusta la temperatura del termostato: Reduce la temperatura del termostato en invierno y úsalo de manera más eficiente en verano. Por ejemplo, bajar la temperatura del termostato unos grados en invierno puede generar un ahorro significativo en la factura de calefacción.
- 6. Utiliza electrodomésticos eficientes: Al comprar electrodomésticos nuevos, elige aquellos con una alta calificación energética. Los electrodomésticos más eficientes consumen menos energía y, a largo plazo, pueden generar ahorros sustanciales. Por ejemplo estos Aire acondicionado portátil de bajo consumo
- 7. Aísla tu hogar: Mejora el aislamiento de tu casa sellando ventanas y puertas para evitar fugas de aire. Un buen aislamiento ayuda a mantener la temperatura interior, lo que reduce la necesidad de utilizar sistemas de calefacción y refrigeración.